miércoles, 1 de junio de 2016

Lo encarcelan por fraude y lo liberan por falta de pruebas; ahora sus conocidos le gritan ‘defraudador’

•Este ciudadano de Ometepec interpondrá una denuncia por daño moral

Misael Damián
‘Ndyowe
(Ometepec, Gro.)
1 de junio de 2016


Molesto por su detención, la que calificó como dolosa y sin sustento jurídico, Juan Carlos Jiménez Hernández se acercó a este reportero para denunciar públicamente las vejaciones que sufrió, luego de que el viernes 26 de mayo, la Policía Investigadora Ministerial (PIM), con prepotencia, lo detuvo en una de las calles de esta ciudad, para después ingresarlo al Centro de Rehabilitación Social (Cereso).
Este empresario de la tortilla relató que el viernes, cerca de las cinco de la tarde, fue detenido por la PIM en un retén que los elementos pusieron en la calle que conduce a la carretera que lleva a Las Iguanas, aunque no mostraron orden de aprehensión, pero aseguraron que aparece en el sistema con una, por lo que se lo llevaron.

Expuso que los policías le pidieron una cantidad de dinero para dejarlo en libertad y que, así, arregle su problema con la autoridad, y afirmó que a pesar de que sabía que no era posible solucionar su problema sábado y domingo, no accedió al acto de corrupción que lo estaban invitando.
“No acepté, porque yo no debo nada”, dijo, con orgullo.
Ya en la cárcel se enteró que su detención proviene de una denuncia por fraude interpuesta por Reyna Barragán Salazar, a quien asegura que no conoce.
Ante esto, sus abogados pidieron que la acusante se presentara el lunes en la mañana para carearse con Juan Carlos Jiménez y señalarlo como la persona que la defraudó; sin embargo, ésta simplemente hizo caso omiso al citatorio que le fue enviado.
“No se presentó porque sabe que no es cierto; yo ni siquiera la conozco”, aseguró el ahora agraviado, y mencionó que la persona que lo denunció todavía tiene cinco días para apelar, de acuerdo a lo que dictó el juez.
Ante la falta de pruebas y demás, Jiménez Hernández fue puesto en libertad el lunes 30 de mayo en la noche; sin embargo, una vez fuera del Cereso, la gente que lo conoce, cuando lo ve le grita “defraudador”, señala, lo que ha afectado a su esposa, familiares y amistades más cercanos.
“A mis hijos, sus compañeros de escuela y amigos les dicen que tiene un padre que estuvo en la cárcel por fraude; esto les ha afectado seriamente en su actitud en casa, pues ya ni quieren salir a jugar e ir a la escuela por lo mismo”.
Afirmó que, ante todo esto, ha platicado la situación en que se encuentra con su esposa e hijos y con médicos, quienes les han recomendado que por el daño que les está causando su detención arbitraria es necesario que busque ayuda profesional para que su esposa e hijos no queden traumados.
Lamentó el actuar doloso de Reyna Barragán Salazar, de dañarlo a él y a su familia de esta manera, pues él ni la conoce, y se dijo impotente, pero que actuará conforme a la ley para limpiar su nombre, por lo que interpondrá una denuncia por daño moral antes que esta situación también llegue a afectar su negocio.
Expresó que tal vez la denuncia provino de la compra de un lote que su padre, Rey Jiménez Molina, le vendió a Reyna Barragán, pero que tampoco se puede creer porque el terreno no tiene problema alguno, pues su papá cuenta con escrituras públicas y se encuentra registrado ante la dependencia del Registro Público de la Propiedad y el lote está asentado en dichas hectáreas.