Misael Damián
Ometepec, Gro.
2s de junio de 2016
Por defender a estudiantes que pernoctan en la única casa de estudiantes que hay en esta ciudad, luego que se enteró que iban a ser desalojados de manera violenta por algunos ejidatarios, fue denunciado ante la Agencia del Ministerio Público (MP) el catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) Javier Martínez Juárez.
Entrevistado por Diario Alternativo, el profesor se dijo sorprendido cuando le llegó el citatorio del MP, por lo que acudió el día lunes y se dio cuenta que fue denunciado por despojo al inmueble que pertenece al ejido de Ometepec, por lo que él se deslinda categóricamente, pero lo que sí confirma fue que defendió y defenderá a estudiantes que viven en el inmueble si tratan de desalojarlos, porque tienen derecho a habitar en el lugar, porque para eso fue construido, que se cuenta con un acta firmada desde hace ya varios años, donde se acordó que sería para la construcción de una casa del estudiante, afirmó.
También aseguró que cuando estuvo fungiendo como consejero universitario, hace alrededor de cuatro años, la UAGro iba a invertir en la casa para que ya se acondicionara y así se trasladen los estudiantes de escasos recursos a vivir, pero que el proyecto se abandonó, y lamentó el actuar del presidente del Comisariado Ejidal, Javier López Valverde, y de su acompañante, Fidela Zúñiga, de querer desalojar a los estudiantes, porque estos no les quieren pagar renta: “Es vergonzoso”, recriminó.
El problema inició una vez que, hace alrededor de seis meses, unos estudiantes decidieron ya no pedir prestado para pagar renta en las casas particulares y decidieron ir a albergarse en el inmueble, el que, hasta donde se sabe en la región y municipio, es “la casa del estudiante”, pese a las condiciones en que ésta se encontraba, pues no estaba cercada ni tenía reja o puerta; antes de mudarse los estudiantes, las instalaciones eran ocupadas por las tardes por parejas y, ya más noche, por delincuentes, pues de acuerdo a las versiones de los vecinos, en las noches se oían gritos de muchachas pidiendo auxilio, o carcajadas de jóvenes que ingerían bebidas alcohólicas o se drogaban.
Los actuales refugiados comentaron al catedrático que al limpiar encontraron ropas íntimas de mujeres, botellas de bebidas embriagantes, envases de cervezas, preservativos, colillas de cigarros y otras cosas. Los estudiantes que ahora pernoctan allí barrieron el piso rústico, colocaron un cubrepuerta y dormían en el piso con cobijas; lluego gestionaron algunos literas, que envió la Secretaría de la Juventud nacional, con sus respectivos colchones; también, con un apoyo económico, se metió la energía eléctrica; y a través de gestiones lograron la construcción de unos baños, y están tocando puertas para conseguir que les pongan cubreventanas y así no les roben sus pertenencias, ya que el espacio de las ventanas no está abierto.
Actualmente están alrededor 25 estudiantes de las escuelas Preparatoria 5 y Enfermería 3, ambas ubicadas en esta ciudad, todos hijos de campesinos indígenas de las diferentes comunidades del municipio y de otros de la región.