PRIMERA DE TRES PARTES
Eduardo Añorve
Ometepec, Gro.
27 de junio de 2016
La Unión Regional de Ejidos y Comunidades de la Costa Chica (URECCH) es una organización que tiene 35 años de fundada como consecuencia de políticas gubernamentales que pretendían disminuir la influencia de los movimientos guerrilleros de Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, además de prevenir otros similares, llevando a las zonas rurales servicios como carreteras y electricidad, créditos y apoyos agropecuarios, con ese mismo fin y para que los cuerpos policiales y militares tuvieran fácil acceso y buen recibimiento en comunidades antes inaccesibles.
En esta entrevista, que Diario Alternativo presentará en 3 partes, dialogamos con el activista social Efrén J. Balanzar Gazga, oriundo de Ometepec y uno de los protagonistas de esta organización, quien conoce su historia, sus aciertos y sus fallos. También pertenece a un grupo que ha decidido recuperar esta organización que un día colapsó por fallas políticas (o como él dice: No supimos leer el momento político) y desde hace varios años se han dado a la tarea de reconstituir la estructura formal, realizando asambleas en la veintena de núcleos agrarios y ejidales que componen la URECCH para arribar en el nombramiento de una nueva dirección y, desde allí, trabajar porque su propuesta de desarrollo sustentable para la Costa Chica se concrete. De éstas y otras temáticas más hablamos.
Conversamos en las devastadas oficinas de la URECCH de Ometepec, después de una reunión del recién nombrado comité directivo. Nos acompaña Adolfo Bautista Santiago, quien permanece en silencio durante la plática, por más de una hora, aportando a veces uno que otro dato.
EA: ¿Cómo ha sido todo este proceso, de años, en la URECCH, Efrén?
EBG: La URECCH se constituye hace 35 años, justamente el 18 de junio, y esta organización se constituye a partir de intereses gubernamentales e institucionales, no precisamente por interés de los campesinos o ejidatarios o comuneros. Fue la época en que había que dar ciertos apapachos a la población, por el surgimiento de las guerrillas, todavía fue... ahora sí... que la cola de los efectos de los movimientos guerrilleros, donde el gobierno se vino a invertir a Guerrero. Fue la época de la Forestal Vicente Guerrero, de Imcafé, de la Impulsora Guerrerense del Cocotero, y... carreteras por un lado, carreteras por el otro. Antes no había carreteras, por lo menos, brechas.
Entonces, dentro de ese contexto, de esa coyuntura en el estado, surge aquí el Instituto Nacional Indigenista (INI), surge como la panacea para acá, para la zona indígena amuzga y esta zona de la Costa Chica, y uno de los proyectos del INI fue impulsar masivamente la apicultura. Entonces, empiezan a constituir grupos de apicultores sin ton ni son, de tal manera que posteriormente había producción de miel pero no había mercado. Antes, aquí no había producción de miel, de repente se viene el boom de la apicultura, hay un chingo de miel; ahora no había quién la comprara. Se les ocurre que tendrían que poner una planta beneficiadora para procesarla, procesar la miel, y, en realidad, lo único que pusieron fue una... se solicitó una planta, se construyó una planta con el viejo programa Pider, se constituyó una planta en Cumbres de Barranca Honda, pero resulta que, al momento de hacer la entrega de la planta, no había a quién darle la planta. Entonces, lo que se les ocurre es hacer una unión de ejidos, que es ésta, la URECCH. Porque URECCH es Unión Regional de Ejidos de la Costa Chica, esas son sus siglas, que así le pusimos cuando la retomamos nosotros, antes nomás le decían ‘La Unión de Ejidos’, pero ya que la retomamos nosotros la bautizamos como URECCH.
EA: ¿Cuándo la retomaron ustedes?
EBG: A partir de septiembre del 84, ¿sí? El primer consejo de administración estuvo integrado por un empleado de la Secretaría de la Reforma Agraria, que se llamaba... se llama... creo que vive, todavía, ¿verdad?... Rafael Añorve, de Xochis, él es de Xochis, es indígena, pero era empleado de la Secretaría y, por influencias... de las relaciones que él tenía en la Secretaría con el sindicato nacional... a él lo impulsaron para que él quedara como presidente del consejo de administración.
Y, entonces, se constituyó en el 81, pero realmente no funcionó como organización sino hasta que la retomamos nosotros, en el 84, y que quedó a la cabeza un compañero nuestro, que se llamó Gorgonio Flores Cortés.
EA: Cuando dices “nosotros”, ¿a quiénes te refieres?
EBG: Al equipo de compañeros que impulsamos retomar... encabezados por el compañero Adolfo; él es originario de Zacualpan, de un pueblo que se llama Arroyo de Barranca Honda, que es anexo de los bienes comunales de Zacualpan. Otros compañeros. Un compañero que ya murió, de Acatepec, que se llamó Ramón Clemente del Rosario; Pedro Ignacio, de Tlacoachistlahuaca; Carmelo Arango, de Xochis; Alberto de Jesús Arango; Santos Allende, de Quetzalapa; Gorgonio Flores, que es de Acalmani, municipio de Igualapa; Malaquías Galindo Salas... aquí andaba un compañero, todavía vienen de allá, de esa comunidad... Y, pues, compañeros de San Cristóbal, como Leonel García Cruz, Fortunato Gómez, José Luna Ramírez, Margarito y Arnulfo Luna... toda una familia, prácticamente, le entraron a este asunto de la URECCH allá en San Cristóbal. En El Capulín, municipio de Tacuachas, está Paulino Gálvez... bueno, era un equipo de cuando menos unos 30 compañeros, que decidimos impulsar una organización regional... Ya estaban los ejidos, pero decidimos retomarla.
EA: ¿Qué municipios la integraron?
EBG: Xochis, Tlacuache, Igualapa, Azoyú, Ometepec, Marquelia... ahora, que es Marquelia, pero antes era Azoyú... Juchitán... pero de Juchitán no hay ni uno ahorita... y de Cuaji, pero de Cuaji sólo hay un ejido, que es Cerro del Indio. O sea, la hicieron tan dispersa la organización, los del INI, porque ellos la constituyeron, pero, bueno, nosotros abarcamos la organización como tal, y en el tiempo que nosotros estuvimos metidos en este asunto de lleno, que fue del 83... empezamos, logramos ganar el consejo de administración en septiembre de 84, y de allí, desde el 84 hasta el 2004 fue un éxito rotundo la organización, logró tener todo un impacto, no solamente local sino regional, estatal, nacional e internacional. ¿Por qué? Porque logramos incursionar en el mercado de exportación de miel y ajonjolí, y de importación de fertilizante.
Entonces, llegamos a tener ese impacto; incluso hubo compañeros... el compañero [señala a Adolfo] se fue a dar una gira, invitado por organizaciones sociales de Inglaterra. El compañero fue a Inglaterra, otros compañeros fueron a Francia, a Vietnam. A mí me tocó ir a todo Sudamérica, ¿sí? Por el impacto que tuvo la organización: la invitaban otras organizaciones de otros países.
EA: ¿Por qué la invitaban?
EBG: O sea que nos metimos mucho al asunto de la producción y comercialización de productos, tanto de la industria hacia acá, como de acá para allá, del campo a la ciudad.
EA: ¿Quiénes los invitaban? ¿Organizaciones sociales, empresas, gobiernos?
EBG: Ah, nos invitaban generalmente organizaciones sociales, y en el caso de Vietnam, fue el gobierno de Vietnam. Lo más impactante fue que nuestra organización despegó sin apoyo gubernamental, con puros recursos propios. Por ejemplo, si tú ibas a apoyar la comercialización, invitabas a la gente a que aportaran sus cosechas, se les buscaba mercado, se vendía el producto y hasta que se pagaba el recurso ya se les repartía. Y, por ejemplo, de allá para acá traíamos fertilizante. Y, ‘a ver, tú pediste 10 bultos de fertilizante, aquí está; tú pediste tanto’, y así... Sacábamos la cotización, les decíamos: ‘El bulto te va a salir a tanto’, mientras que aquí, en los comercios, el bulto costaba... por decir algo... 350 pesos, a ellos les iba saliendo en 180, 200 pesos, y de allí todavía quedaba una lana para fondo de la organización. ¿Para qué? Para pagar renta.
No teníamos este edificio cuando empezamos. Andábamos rentando casas, bodegas, camiones, etcétera, y de allí salía: pagábamos la secretaría, pagábamos los servicios, la luz, el agua, los teléfonos, la papelería, todo. Comprábamos máquinas [de escribir], escritorios, sillas... que no había nada... [Risas]
EA: ¿Y qué pasó?, ¿por qué o cómo vino la debacle?
EBG: Fue una situación que no logramos descifrar y no logramos darle un tratamiento adecuado, que fue el asunto político-electoral. Mientras que, en un principio, cuando empezamos, éramos apáticos al asunto electoral, después del 88, con lo de Cuauhtémoc Cárdenas, decidimos entrarle. Este... decidimos entrarle, pero no supimos administrar adecuadamente esa participación. Teníamos mucha gente, ¿sí?, y... para hacer un buen papel electoral... pero resulta que, ahora sí, como nosotros ya le entramos a lo último por no querer entrar al asunto electoral en un principio, le entramos hasta el último cuando ya muchas organizaciones políticas ya tenían todo un... digamos... toda una estructura de organización electoral, que, pues, a pesar de todo, era incipiente y era rústica, rudimentaria, pero ya, como quien dice, ya eran dueños del proceso.
En este caso, aquí en la región, la ACNR. ¿Sí te acuerdas de la ACNR? Y nosotros teníamos mucha diferencia con la ACNR, diferencias de estilo, de métodos de trabajo, de concepción ideológica. Para ellos, entre más chingadazos te diera el gobierno, significaba que eras más revolucionario. Y para nosotros eso no tenía que ver con el asunto de ser revolucionario o de izquierda, ¿no? Más bien sentíamos que era algo absurdo y estúpido de la gente, actuar pa’ que el gobierno la chingue. Entonces, nosotros decíamos que teníamos que preparar el terreno para dar una lucha por la transformación de las condiciones de vida de la gente. O sea, no estábamos pensando ni en protagonismos izquierdistas a ultranza, ni pensábamos en el asunto electoral; es más, lo rechazábamos, sentíamos que no tenía nada que ver.
Ahora, ya a varios años de distancia, ya vemos las cosas de otro lado, porque sentimos que quien no se mueve, quien no le entra al asunto electoral, pues no sale en la foto, ¿verdad? Tenemos muchas reservas y ya muchas experiencias de que... mientras hablamos de que... y cuando te hablo de nosotros, te hablo de este equipo, que todavía se mantiene... de que no tiene ningún sentido luchar para que el candidato que gane se lleve el dinero a sus bolsillos, en lugar de hacer mejoras para la gente, ¿sí? Eso es lo que ha estado ocurriendo, incluso con los candidatos de izquierda. O sea, llegando al poder, ya no hay poder del pueblo, ni un poder popular ni nada por el estilo ni nada que ver, sino simplemente: ‘Yo, presidente, yo soy el dueño, yo soy todo, y aquí se hace lo que yo digo’. Incluso, el actual presidente, en esos términos está.