*Dan último adiós a Luis Vielma, quien falleció en el ataque a un bar en Orlando, Florida
SNI |
Coyuca de Catalán, Gro.
La tarde del viernes, el cuerpo de Luis Sergio Vielma Astudillo, uno de los dos guerrerenses asesinados en la masacre de Orlando Florida fue sepultado en la cabecera municipal de Coyuca de Catalán, la tierra natal de sus padres.
El cuerpo de Luis llegó al barrio de la Calera, en la cabecera municipal de Coyuca entrada la madrugada del viernes, aunque se le esperaba desde la noche del jueves 23 de junio.
Familiares y amigos del joven de 22 años acudieron a la casa paterna, esa de la que el señor Luis Vielma salió hace más de 25 años junto con su esposa para buscar mejores expectativas de vida.
Las encontró, pues Luis chico, que en realidad era el mayor de tres hermanos se formó como un hombre de bien; buen estudiante, trabajador, deportista y durante los últimos años de su vida cercano a la religión católica.
Don Luis tiene la certeza de que sus otros hijos, Bryan y Kimberly seguirán el ejemplo de Luis chico, de quien siempre se refiere como un joven modelo.
Recuerda que nació el 15 de octubre de 1993, se acopló muy bien al sistema educativo de los Estados Unidos de Norteamérica (EUA) y se graduó con honores en 2011.
Desde la adolescencia apoyó a sus padres en los pequeños negocios que emprendieron, se preocupó por tener su documentación en orden para estar en condiciones de apoyar a su familia, con la que rápidamente se convirtió en un joven de muchas responsabilidades.
Desde los 20 se incorporó a un grupo de jóvenes católicos que se asumían como Testigos de Dios, fue del grupo que realizó la primera representación de la Pasión de Cristo en su barrio y encarnó al personaje de Jesús.
Tuvo la oportunidad de trabajar en Universal Estudios y no la desaprovechó, después ingresó al parque temático de Harry Potter y fue donde pasó los mejores años de su vida laboral, según el relato de sus padres.
“Luis amaba poder trabajar en ese parque y ser parte de los cuentos, no había mejor experiencia para el. Se fue muy pronto, cuando solo tenía 22 años, pero su memoria vivirá en cada uno de nosotros”, señaló don Luis antes de entregarlo a la tierra.
Respecto a la causa por la que Luis fue trasladado a la tierra natal de sus padres, la explicación va en torno a que el joven siempre quiso regresar a la tierra natal de sus padres, era un apasionado de Acapulco de la forma de vida que se tiene en la Tierra Caliente, pese a todos los problemas que la región enfrenta en la actualidad.