•Ambos discutieron porque no querían pagar el golpe •Uno de ellos conducía sin licenciaJorge O. Vargas
Ometepec, Gro.
27 de junio de 2016
Dos choferes del servicio del transporte público, que conducían sin ninguna precaución, chocaron en la esquina de las calles Vicente Guerrero y Javier Mina del populoso barrio san Nicolás, donde interrumpieron el tráfico vehicular alrededor de una media hora en que discutieron, porque ninguno quería aceptar su responsabilidad y pagar los daños de los automotores.
La Urvan, marca Nissan, modelo 2016, con placas de circulación 19-17-FPH de la ruta Ruperto Hernández-Campo Aéreo, era conducida por el joven Genaro Morán Hernández, quien no traía licencia de chofer y circulaba por la calle Vicente Guerrero y, sin fijarse, dobló hacia la calle Javier Mina, con rumbo al sitio de taxis de Xochistlahuaca.
Mientras que el conductor del taxi marca Nissan, tipo Sentra, modelo 2001, número 0308, placas 77-08-FFH- del sitio del mercado Francisco Lugardo Estrada, que circulaba sobre calle Javier Mina, quiso ganarle el paso al otro muletero, cuando chocaron en la mencionada esquina del segundo cuadro de la ciudad de Ometepec.
Después del encontronazo, ambos choferes se bajaron de sus unidades y comenzaron una discusión durante unos 20 minutos; al lugar llegaron otros compañeros del taxista y entre todos señalaban al urbanero de haber tenido la culpa.
Al lugar llegó también el dueño de la Urvan, Timoteo Rey López, y el propietario del taxi, César Carmona Leal; segundos después llegó un agente de Tránsito, marcó el lugar del choque y conminó a los choferes para que llegaran a un arreglo.
Como no se pusieron de acuerdo, ambos fueron turnados a la oficina de Tránsito municipal, donde, finalmente, el chofer de la Urvan, Genaro Morán Hernández, le pagó a su homólogo del taxi, Francisco Lugardo Estrada, la hojalateada de la puerta trasera izquierda y también pagó a su patrón la compostura de la defensa de la Urvan que manejaba.
Después de 30 minutos de que retiraron los vehículos, continúo la fluidez en la calle Vicente Guerrero, donde se suscitó el choque, donde también algunos curiosos decían que la mayoría de los transportistas eran unos irresponsables para manejar y que ellos eran los culpables del tráfico pesado, porque no tienen educación vial y se paran en cualquier lugar o en bocacalle; “‘ora sí se juntaron cacha con punta, chocaron entre ellos mismos”, dijo una persona que caminaba por el sitio.
