sábado, 25 de junio de 2016

LA ESQUINA DE XIPE.- Eduardo Añorve

El Omar, desprendiéndose del cascajo

Un ambicioso Omar Estrada llegó al poder sin importarle los medios; es de sobra conocido que, al igual que su aliado, el ‘priista’ None Vázquez, no le importó darle un beso al diablo con tal de ganar la elección, eso sí, hay que reconocerlo, por un margen increíble, y no precisamente basado en un trabajo de masas sino en la compra o coacción del voto, desde la interna. Para el caso de este cuento, el diablo-cacique es nada más y nada menos que el exgobernador que ahora busca (y lo buscan los perredistas) regresar al poder público por la puerta de enfrente, después de que fuese expulsado de la vida pública por la puerta trasera con motivo de que le quiso ver la cara al mero Peña Nieto en el caso de la desaparición de 43 estudiantes en Iguala y sus nefastas secuelas; tal vez el cacique-diablo ya se ha cansado (prematuramente, sospecho) de mover sus marionetas detrás de bambalinas y anhelante de los reflectores que, si no lo embellecen, sí lo hacen parecer brilloso, y ahora anda haciendo la finta de que ha de venir a salvar el PRD (ya imagino a esos oportunistas diputados del ‘sol azteca’ ofreciéndole el oro y el moro al chamuco-cacique, como antes hicieran los conservadores ofreciéndole el gobierno al bueno de Maximiliano).

Omar, pues, se alió con Heladio-El-Cacique a través de sus personeros Pancho y Beto, obteniendo acceso a múltiples y cuantiosos recursos públicos para hacer precampaña y campaña (ahora la postcampaña está siendo pagada con recursos del pueblo de Ometepec). Algún observador de la política ometepecense comentaba que era difícil encontrar, en la etapa anterior cercana a la elección pasada, alguna casa en las comunidades del municipio y en las colonias pobres de la cabecera municipal en la que no hubiera un molino de mano, unas pollas ponedoras... la lista es larga y es conocida, de los ahora famosos ‘apoyos’ gubernamentales, sobre del área de desarrollo rural. Claro, ahora, como None en su momento, Omar ya sabe lo que cobra el chamuco-cacique por esas ‘inyecciones’, pero lo tienen agarrado hasta de allí, lector asombrado, y no se les va a ir ni porque se acoja a dios padre ni aunque pague la luz de ‘la catedral’ de su pueblote para contentar al viejo y rancio cura.
Se alió también el pacato de Omar con el propio None, con Tino, con Marcos, con Oswar, entre otros muchos más, para llegar al poder. Y ya lo declaró un policía municipal hace días, en referencia a la conducta del director o secretario de Seguridad Pública municipal: Omar lo tiene que aguantar, mal que le pese, pues existe un compromiso político (o pago de favores, dicho sea en lengua llana) con Tino Rodríguez (que no es el del corrido, lector avispado), a través del cual el tte. crl. debe mantenerse en el puesto, truene, llueva o relampaguee. O sea, no importa si cumple o no, él se mantendrá allí. Y dio Omar una prueba de que el licenciado Tino sí es su aliado y superior en verdad, pues prefirió correr a 3 policías que acusan de maltrato a su jefe, antes que escuchar las muchas quejas y evidencias que lo delatan. El tema de la inseguridad en Ometepec tampoco desvela mucho al presidente, pues el tte. crl. retirado ha mostrado una y otra vez que es ineficiente e ineficaz y, sin embargo, sigue en el puesto. Y seguirá, hasta que se peleen las comadres, como dijo una comadre, y ya se han de estar sabiendo las cosas.
Pero no todos los aliados de Omar le son indispensables: desde que dios lo hizo ganar (como escribió en su muro de Facebook este presidente perredista, ‘de izquierda’: “Con la voluntad de Dios y la generosidad del Pueblo estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia de nuestro pueblo. Buen dia a todos. Que Dios los llene de bendiciones”.)... repito, desde que dios lo hizo ganar (no fueron las dádivas, el dinero, las amenazas ni los compromisos, pues, que quede claro, no sean mal pensados)... repito, desde que dios lo hizo ganar se ha dedicado a desprenderse de sus aliados, pero de aquellos que le representan competencia (que pueden crecer más que él, políticamente hablando, pues) y que ya no le son útiles. Aclaro que, como buen pequeño, no se ha desprendido ni se va a desprender de los grandes, o sea, de la gente del Chamuco-Aguirre, sino de los que él considera más pequeños que él (y mira que no hablo de estaturas, lector morboso).
Aparte de hacer dinero (o sea, robar), el otro interés prioritario del presidente de Ometepec es cuajar el siguiente paso de su proyecto político: subir a una diputación, empoderar a su delfín para la presidencia de Ometepec y empoderar a su consejera íntima para disputar la presidencia de Tlacoachistlahuaca, después de obtener las candidaturas por el PRD, ofcoursemente. Y algo ha sucedido allá, en ese bello nido, que en los últimos días varios funcionarios (tres, para ser precisos) han salido a declarar en los medios de comunicación que toda la culpa es de None, que, después de ocho meses y más, gobiernan mal y tienen yerros... pero la culpa es de los que se fueron. Ya salió a la palestra a tirar cuita (del náhuatl cuitlatl = excrecencia, abono, estiércol, excremento) la del Registro Civil para decir que son viejos vicios los que ahora obstaculizan su trabajo; ya salió también el administrador del mercado a decir que el de la culpa de tanta chandera allí es el que se fue, o los que se fueron, o los otros; y también ya salió el del Agua Potable a decir que no pueden con las fugas, que después de ocho meses no le agarran el modo al sistema de abasto en ese pueblote porque los que se fueron cometieron fallas (‘vicios ocultos’, dicen, eufemísticamente) que les dificultan dar el servicio con eficacia y eficiencia. Bueno, hasta le sacaron a relucir papeles donde se consignan deudas o condonaciones o robos de agua del pobre None. ¿De veras son tan transparentes? ¿Harían lo mismo con todos los funcionarios de primer y segundo nivel?, ¿transparentarían sus emolumentos y sus gastos? De lengua me como tres platos.
Pobrecito None (con todo y Severiano, su perro escudero, dicen), ya no tienen ni derecho a opinar ni a criticar los malos manejos de la administración de Omar, porque luego luego los balconean. No sea que sus blasfemas palabras manchen la inmaculada y sin mácula imagen del comandante en jefe del Ayuntamiento de Ometepec, y próximo candidato a no sé qué. Claro que el mero presidente no va a salir a denostar a None, para eso tiene achichincles. Lo peor de todo para None, si tuviera todavía atisbos de dignidad o... no, qué importa la dignidad... si comenzara a tener deudas impagables y le diera por regresar a la política, ¿con qué cara iba a regresar al PRD, si renunció a él para poder ganar la presidencia?, ¿con qué cara pelearía una candidatura en el PRI, el cual lo acogió, pero al cual traicionó en la pasada elección? Digo, y si tenía alguna aspiración todavía, Omar-El-Católico se está encargando de echarle más tierra encima (tal vez convenga aquí la imagen aquella de que del árbol derribado todos hacen leña –excepto éste que esto escribe, maestro, considéreme entre sus no-detractores. Bueno, en sentido estricto, Omar no se está ensuciando las manos...