3 DE 3 PARTES
Eduardo Añorve
Ometepec, Gro.
30 de junio de 2016
En esta última parte de la entrevista
con Efrén J. Balanzar Gazga, asesor de la Unión Regional de Ejidos y
Comunidades de la Costa Chica (URECCH), él habla del proceso de
reestructuración legal de la organización, que implicó realizar una veintena de
asambleas en ejidos dispersos en esta región de la Costa Chica, además de otras
acciones en su afán de que, de este modo, los campesinos organizados en ella
puedan trabajar para salir de la pobreza extrema.
EBGG: Ahorita ya hicimos todo el proceso de reestructura, que nos ha
costado un huevo y la mitad del otro y un ojo de la cara, por todas las broncas
que significa la cuestión agraria. Tuvimos que hacer las 24 asambleas de los 24
núcleos, nombrar sus delegados, y ya hicimos la asamblea plenaria, y ya se nombró
el consejo de administración, el nuevo. Todavía falta hacer todo el acto
protocolario, que venga el notario y todo eso, falta de hacer, pero ya está el
nuevo consejo de administración, ya tenemos cabeza, como quien dice, y ninguno
de nosotros quedó allí. La presidenta es la compañera Guadalupe [Valentín
Mariche], de Cerro del Indio, y la otra [Julia Hernández Marcial], que también
es del Cerro del Indio, es su suplente. Se propuso, por parte de Adolfo, que se
le diera oportunidad a las mujeres, ya que habían pasado varios consejos de
administración y no había... casi no había delegadas mujeres, y ahora,
aprovechando que había como siete compañeras... se pasaron al frente el día de
la asamblea, y aquí la asamblea votó a quién querían como presidenta y salió
electa la compañera, y su otra compañera salió para suplente. Y hay otra
compañera como suplente del secretario
EA: ¿Qué
ha sido lo más difícil en este proceso?
EBG:
El problema es que no tenemos dinero, andamos sin dinero, y para ir, hay que
gastar. Nos costó trabajo porque muchos compañeros ya no creían que la URECCH
pudiera levantarse; y ya, empezamos a ir a las comunidades a explicar que sí se
podía. Entonces, cada núcleo nos ocupó por lo menos cuatro, cinco veces, en
algunos hasta seis, siete veces. Y hay lugares lejos y hay lugares cerca. Por
ejemplo, Cerro Grande está aquí, a 3 kilómetros; Piedra Boluda, está aquí a 5
kilómetros; Cochoapa está cerca, Acatepec. Pero, por ejemplo, está El Capulín,
que está en el culo del diablo, allá, rumbo a Chilistluhuaca, o Terrero Venado,
que está allá, en casa de la chingada. Terrero Venado, San Pedro Cuitlapa,
Huehuetónoc, Azoyú, Zoyatlán, que es municipio de Marquelia. Entonces, son
lugares lejos, y yo siento que, en promedio, nos gastamos alrededor de unos 500
pesos por asamblea, porque luego vamos tres o cuatro compañeros, acompañándonos
para ir allá, y luego hay que comer, y había que ponerle gasolina al carrito.
Teníamos un carrito y con ése andábamos. Y, ¿de dónde sacamos esa lana? De la
renta que nos pagó Omar Estrada. ¿Y cómo fue que apoyamos a Omar? En que él nos
pidió que le rentáramos, primero, una parte de allá, que nos pagaba mil pesos;
pero después quiso todo, y entonces ya le dijimos que por todo iban a ser 8 mil
500, y él dijo que era mucho dinero y no lo iba a poder pagar, que lo
ayudáramos porque él iba a ser candidato, y si llegaba a ser presidente
municipal él nos iba a apoyar. Entonces, pensando en esa ida y vuelta, le
dijeron los compañeros que dijera él cuánto quería pagar. Y que dice: ‘¿Qué les
parecen 3 mil 500?’. ‘Adelante’. Le recortamos 5 mil pesos, ¿sí?
EA: ¿En
qué va el proceso legal?
EBG:
La URECCH fundamenta su existencia, como figura jurídica, a partir de los
artículos 100, 107, 108 y 109 de la Ley Agraria, la que es la reglamentaria del
Artículo 27 constitucional. Entonces, todo lo que tiene que ver con la cuestión
de tierras, sociales, privadas, comunales, está allí. La personalidad jurídica
de la organización está inscrita en el Registro Agrario Nacional, tiene un
folio y para reactivarla, de acuerdo con la Ley, dice que hay que hacer las
asambleas en cada núcleo agrario, después de lanzar la primer convocatoria; si
va el 50 por ciento más uno, se hace la
asamblea, si no, se hace la segunda convocatoria, y ya en segunda, con los que
vayan.
Como casi toda la gente estaba
apagada, con esto de la URECCH, aunque todo mundo se acordaba de que fueron
buenos tiempos, buenos momentos, nunca pudimos hacer una asamblea... salvo dos
asambleas que pudimos hacer de primera convocatoria; todas las demás se
hicieron de segunda convocatoria, y con una asistencia, en promedio, de un 10,
15 por ciento de los ejidatarios inscritos en el padrón. No te vamos a decir:
‘No, pues, fueron masivas’, porque ya estaban desfasadas, ¡nueve años!, que no
hubo actividad aquí, en la organización. ‘No, pues ya se murió la URECCH’.
Vamos a los ejidos y la gente se
interesaba, por lo menos esa pequeña parte del ejido se interesó y sacábamos
las asambleas; sacamos las 24 asambleas... sacamos 21, porque hubo 3 que los
comisariados se negaban a... en el caso de Tierra Blanca, que es de allí el
último presidente de la URECCH, no quiso convocar la asamblea, a pesar de
dentro de Tierra Blanca había personas que querían que se hiciera la asamblea,
pero como él era el comisariado, él no convocó a la asamblea, entonces no se
hizo. Nosotros se lo solicitamos por escrito, y tenemos el documento, donde le
solicitamos por escrito que convocara a la asamblea. En el caso de
Xochistlahuaca no hicimos oficio, pero fuimos allá, hablamos con el
comisariado; al principio nos decía que sí, después, que no; después nos decía
que sí se iba a convocar, pero resulta que no la convocaron, y cuando nosotros
llegamos dijeron: ‘No, es que no hubo convocatoria porque nos fuimos de
vacaciones’. Fue en diciembre, enero, por ahí. Y, después, se hizo la asamblea,
la asamblea nombró sus delegados... a las asambleas les toca nombrar dos
delgados, por parte de la asamblea, y al comisariado le toca nombrar a uno, por
parte de la mesa del comisariado, y al consejo de vigilancia le toca nombrar a
otro, por parte de la mesa; entonces, son cuatro delegados. Y pueden ser los
titulares o los suplentes, allí la Ley no dice... como te digo, hay muchas
lagunas en la Ley.
Y se integraron 21 ejidos, lo cual
nos da una cantidad de 84 delegados, de un total de 96, pero no están los 96
porque solamente están 21 ejidos, no los 24. El día de la asamblea, la plenaria
de delegados, que hicimos el 5 de junio, se nombró el consejo de administración
con la presencia de 60, sesenta y tantos delegados. De hecho, el estatuto de la Unión dice que las asambleas generales
extraordinarias son válidas con el 50 por ciento más uno, en primer
convocatoria. Entonces, fue más del 50 por ciento.
EA: ¿Cuánto
tiempo duraron en este proceso?
EBG:
Prácticamente un año, porque comenzamos en julio del año pasado y lo terminamos
el 5 de junio, o sea, un mes antes. La verdad, íbamos lento porque el único que
tenía experiencia era yo, de los tres compañeros en nos abocamos a esto; los
demás compañeros, hasta después agarraron vuelo y se iban solos y hacían las
asambleas.
EA: ¿Quiénes
son los demás compañeros?
EFG:
Adolfo Bautista y Pedro Martínez Flores, de Piedra Boluda, y él es el
presidente del comisariado ejidal y él quedó como delegado, por parte de la
mesa ejidal. Y actualmente es el secretario del consejo de administración.
EA: Y
tú, ¿en qué calidad estás?
EBG:
Yo estoy dentro del equipo de asesores.
EA: ¿Por
qué hacerlo?
EBG:
¿Por qué hacer qué?
EA: ¿Por
qué reactivar la URECCH?
EBG:
Una, porque, digamos que nosotros, los tres que te acabo de mencionar, tenemos
muy claro que si no se organiza el campo, la gente nunca se va... para acabar
con la pobreza extrema del campo, hay que organizarnos y luchar para
transformar las condiciones de vida de la gente. Entonces, lo estamos haciendo,
no por una visión economista sino por una visión política y una visión social,
y para hacer esa transformación tiene que haber cierto método, ciertas formas,
ciertas condiciones, cierta formación de la gente, y no dejarse llevar
solamente por el recurso que oferta el gobierno, para los famosos proyectos,
que todo mundo lo ha agarrado de puerquito, al gobierno, y los proyectos... se
están bajando un chingo de recursos, un chingo de proyectos y ningún proyecto
ha sido detonante como las acciones que ha realizado la URECCH.
Por ejemplo, la URECCH... lo primero que hicimos fue... la
gente andaba que se la llevaba la chingada, en aquellos tiempos, cuando se
integró la URECCH, en el 84, 85, porque no había fertilizante, los únicos que
tenían fertilizante era tal vez un 10, un 20 por ciento cuando mucho, de
campesinos que recibían créditos de Banrural.... porque era Banrural el que
traía el fertilizante y se los daba a crédito... los demás no tenían fertilizante.
Si querían fertilizante lo tenían que comprar a precio muy caro; entonces
preferían no comprar y sembrar nada más así. Pero existía la necesidad del
fertilizante. Entonces, lo primero que hicimos fue traer ese fertilizante a un
precio menor, organizando a la gente, organizando las compras comunes, compras
colectivas, y en lugar de ir por un bulto, íbamos por un trailer hasta Iguala.
Llegábamos, lo repartíamos, se juntaba más lana e íbamos por otro trailer, y
así estuvimos varios años, mientras el gobierno no dio. Cuando el gobierno ya
empezó a regalar fertilizante... porque era un clamor de la gente, que hasta la
fecha lo siguen haciendo, y ya lo hacen más que por cuestiones técnicas y por
apoyar a la gente, por el uso electoral, ¿sí? Y, lo peor de todo, es que este
fertilizante que se está dando ya no sirve, ya la tierra, ya, ese fertilizante
ya no lo quiere, ya quiere otro tipo de fertilizante, y que si no se usan
racionalmente, esos fertilizantes, poco a poco se va a ir deteriorando la
tierra.