miércoles, 1 de junio de 2016

Bonos para trabajadores generan sangría de 700 mdp al gobierno estatal

*Se trata de conquistas laborales que no se pueden eliminar

SNI |
Chilpancingo, Gro.


La suma de los bonos que el gobierno de Guerrero otorga para sus trabajadores representa una sangría de 700 millones de pesos al año, lo que incrementa la crisis financiera que arrastra la entidad.
Héctor Apreza Patrón, titular de la Secretaría de Finanzas del Gobierno estatal, sostiene que hay un número excesivo de servidores públicos en la estructura de la administración pública.

“Podríamos quitar al 40 porciento de los trabajadores y el aparato administrativo funcionaria muy bien”, sostuvo Apreza Patrón.
Sostiene que en los últimos años hubo un crecimiento desmesurado del aparato burocrático guerrerense, el cual no se puede reducir porque se trata de empleados que ahora ya tienen derechos laborales.
Reconoce que el empleado no es el responsable de su contratación, si no de quienes en su momento tuvieron responsabilidades administrativas.
“Por un lado tenemos un aparato burocrático excesivo, muy obeso que incluso le impide al gobierno desplazarse adecuadamente”, asegura.
Indicó que al hacer una revisión sobre las conquistas de los trabajadores, lo que se ha encontrado es una gran cantidad de bonos que se otorgan a los servidores públicos.
Durante las gestiones que se realizan ante el gobierno federal, Apreza refiere que se ha percatado de que Guerrero es reconocido como el estado del bono, por la cantidad apoyos adicionales que tienen los empleados del sector central, la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), la Secretaría de Salud (Ssa) órganos autónomos y Organismos públicos descentralizados (OPDs).
Precisó que los bonos se otorgaron en administraciones pasadas, pero básicamente son “el bono del gobernador”, que es una práctica destinada para algunas áreas, misma que se generó como un mero acto de populismo.
“Por quedar bien, no midieron el impacto presupuestal que habría para el estado”, denunció.
Se suma el bono del Día de las Madres, del Día del Padre, del Servidor Público y de fin de año, entre otros.
Comentó que con base a una revisión hecha respecto al contexto nacional, se confirmó que no hay en el país una entidad que tenga la cantidad de apoyos en forma de bonos que otorga la entidad.
Reconoció que hay algunos bonos que están justificados y que están en todos los estados de la República, pero hay otros que sí generan una sangría severa para las finanzas del estado.
“Si sumáramos, porque hay conquistas laborales en diferentes áreas, nos vamos a encontrar con un dato que supera los diez bonos, que al año le cuestan al estado arriba de 700 millones de pesos”, admitió.
Reconoció que no existe mucho margen de maniobra para revertir dicha inercia, ya que en muchos casos se trata de conquistas consolidadas por los trabajadores a través de su sindicato, aunque hay casos en los que solamente se puede hablar de dádivas otorgadas por ex gobernadores en meros arranques de populismo.
Lo complicado, es que ahora esos bonos forman parte de los derechos laborales de los trabajadores.
En el gobierno federal, la percepción que tienen respecto a los bonos que se otorgan al año es muy clara: “Nos dicen que esto es imposible, que solamente en Guerrero se puede dar una situación de esa naturaleza”.
Y sostiene: “La explicación que damos en la Secretaría de Hacienda la entienden muy bien como para no sancionarnos, aunque no lo suficiente para darnos más apoyo para hacer frente a esas necesidades”.