•El dueño del pozo le echó llave al candado, pues el gobierno municipal no le ha cumplido acuerdos •Mientras, los funcionarios le echan mentiras al puebloEduardo Añorve |
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
2 de mayo de 2016
En estos días mucha gente subió su tinaco plástico a su camioneta y no lo ha bajado; muchos de ellos desde hace más de 15 días.
¿La razón? Desde hace más de 15 días no hay suministro de agua entubada en Cuajinicuilapa por parte del Ayuntamiento y buscan cómo abastecerse.
Las autoridades dicen que el sistema de suministro de agua no funciona porque se dañó la bomba.
El director de Políticas Públicas, Ciro Antonio Añorve, ha dicho públicamente que el problema se deriva del desecamiento del manto freático; es decir, al bombearse el líquido, llega un momento en que el nivel desciende tanto que ya no pasa agua sino aire, y por ello se quema la bomba.
Al reconocer esto, este funcionario público está reconociendo implícitamente la incapacidad del personal de Agua Potable para vigilar y tomar previsiones para que esa falla no se dé.
Uno de los directivos de este departamento, Adrián Ramos, ha justificado el asunto diciendo que ha habido un crecimiento alto en el número de tomas domiciliarias y que por ello el agua es insuficiente.
Este argumento parece insuficiente para explicar el desabasto de agua, toda vez que hace unos meses, en la administración de Yrineo Loya, sí era suficiente (con todo y las fallas habidas), por lo que es fácil entender que ese crecimiento no se dio intempestivamente y el desabasto sí: bastó con que entrara otro gobierno municipal.
Por su parte, el director de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Higinio Ávila, salió a decir (en declaraciones a la prensa chayotera, acompañado del de Políticas Públicas) que el miércoles pasado ya estaría reparada la bomba y que el servicio de restablecería el sábado 30 de abril, pero no ocurrió así.
Y mientras las autoridades dan una y otra explicación (mentiras, pues) para justificar su ineficiencia, hay trabajadores del Ayuntamiento que aseguran que el problema es otro, no tanta palabrería.
El dueño del terreno donde está ubicado el pozo que abastece a Cuajinicuilapa mandó a echarle llave al candado para no dejar entrar al personal de Ayuntamiento e impedir que se bombee, dicen, porque no le han cumplido los acuerdos.
O sea: las autoridades están mintiendo y engañando a la gente.
Al final salen ganando los vendedores de agua (el tinaco plástico de 750 litros tiene un costo de entre 80 y 100 pesos, y hay mucha demanda, al grado que circulan decenas de vendedores).
Quien pierde es el pueblo, el de menos recursos, al que dijo Constatino García Cisneros que iba a preferir en su gobierno.
Y no habrá agua en las tuberías en corto tiempo, pues aunque están trabajando a marchas forzadas por perforar otro tubo en la unidad deportiva, no es seguro que allí haya agua suficiente para abastecer en tiempo y forma a este pueblo.
Como ya es costumbre, no se hizo un estudio de factibilidad de esa obra, se actuó al ver…
Lo bueno es que el presidente, su mujer y sus hijos viven en Chilpancingo, así que para ellos eso es una minucia, una anécdota… el problema es nuestro.
Y los que apenas subieron su ‘rotoplás’ a la camioneta deben ir acostumbrándose a cargarlo por buen tiempo.
Bueno, hay presidentes que sí le hacen mal al pueblo que gobiernan, aunque no sean de quienes desean que le vaya mal a Cuaji.