•En Guerrero celebran 27 años del partido, entre jaloneos políticos, narcocorridos y el sueño de que López Obrador los abandere en 2018SIN | Chilpancingo, Gro.
06 de mayo de 2016
Con un jaloneo que reventó la sesión de su Consejo Estatal, una fiesta en la que el homenajeado principal, el doctor Pablo Sandoval Cruz no llegó, narcocorridos, la repartición de culpas entres sus dos ex gobernadores, más el sueño de que Andrés Manuel López Obrador los abandere en los comicios de 2018, la cúpula del PRD-Guerrero celebró 27 años de la fundación de dicho instituto político.
Fiel a sus usos y costumbres, el perredismo guerrerense comenzó lo que debería ser una jornada de fiesta con un pleito interno, pues el Grupo Guerrero (GG), la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (Coduc), más la Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG) formaron un bloque para despojar a la Izquierda Progresista Guerrerense (IPG) de la Secretaría General del Comité Ejecutivo Estatal (CEE).
Hubo una discusión previa al encuentro de los consejeros, los ánimos se tensaron y finalmente la sesión del CE, máximo órgano de gobierno partidistas “reventó”, la Izquierda Progresista sigue en la titularidad de la segunda cartera más importante de la dirigencia estatal.
IPG, es una corriente creada a la sombra del ex gobernador Angel Aguirre Rivero, su principal operador político era el ex diputado federal Jorge Salgado Parra, quien durante la elección de gobernador, con el aguirrismo desmantelado regresó a las filas del PRI.
Se equivocaron los ex gobernadores, no el PRD
Demetrio Saldivar Gómez, secretario general del Comité Estatal, sostiene que a 27 años de su fundación, dicho instituto se mantiene como la opción de izquierda más viable para el país y el estado.
Cuestionado sobre los diez años en que tuvo la oportunidad de ejercer el poder en la entidad, manifestó que la estructura del partido no se equivocó, impulsó en 2005 al empresario Zeferino Torreblanca Galindo, un político no priísta que de 1999 a 2002 hizo un buen desempeño en la administración municipal de Acapulco, lo que lo convirtió en un candidato natural, que se impuso en las urnas por un margen de votos muy amplio.
Eso, de acuerdo con Saldivar Gómez, demuestra que el PRD tuvo el acierto de buscar la opción mejor posicionada ante la ciudadanía, lo que permitió romper con más de siete décadas de gobiernos ininterrumpidos del tricolor.
“La gente quería un cambio y el PRD lo supo ofrecer”, anota.
Respecto al tiempo en que fue gobernador Angel Aguirre Rivero, manifestó que habría que revisar el nivel de aceptación, así como la viabilidad que los programas impulsados por su equipo de trabajo tenían antes de la tragedia del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, cuando se desapareció a los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Recordó que en el caso de la postulación de José Luis Abarca, la dirigencia nacional del PRD tuvo la autocrítica y humildad suficiente para pedir perdón, lo que no ha ocurrido con otros partidos en sucesos similares.
Entre la ausencia y el narcocorrido
La dirigencia estatal convocó a un festejo en el salón de fiestas pérgolas Cuicalli, en donde se tenía previsto un homenaje para el doctor Pablo Sandoval Cruz, veterano luchador social, sobreviviente de la Guerra Sucia de los años 70´s y dirigente del movimiento popular y estudiantil de 1960, que logró la fundación de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Al doctor Sandoval Cruz se le ubica más con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), prueba de ello es que su nieto, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros fue candidato a gobernador y actualmente encabeza dicho instituto político.
Pero la ausencia del líder moral de la izquierda partidista en Guerrero se justificó bajo el argumento de que se encuentra delicado de salud.
El festejo fue amenizado por un conjunto musical, al que los responsables de la contratación no tuvieron el cuidado de sugerir que no tocaran temas relacionados con la narco-cultura.
Por eso, cuando iniciaba el festejo se escuchó el “Corrido del karma”, de la autoría de Ariel Camacho, cuya letra es muy clara: Nací en el agua caliente, / después vine a Culiacán, / ahí me metí en el ambiente / buscando billete para progresar. Se me empezó a ver dinero, / Los Ángeles trafique, / pero nunca falta un perro / que mirando el hueso no quiera morder.
Querían un secuestro exprés / con mis hijas de rehén, / a mi familia el precio / no vendrá un pendejo a quererlo poner. / Deseaba estar yo también / pa’ podérmelos comer, / veo que me tenían respeto, / sabían que con pleitos no iban a poder…
El dato curioso, es que cuando el actual presidente del CEE, Celestino Cesáreo Guzmán fue presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, promovió un punto de acuerdo en el que se planteaba la prohibición de los narcocorridos en todo el estado.
A media fiesta se dejó escuchar otra pieza musical más del mismo autor: “El toro encartado”.
Un sueño llamado AMLO
Ya en el evento central, el presidente del comité estatal, Celestino Cesáreo dirigió un discurso en el que remarcó la necesidad de que en los comicios federales de 2018 la izquierda partidista llegue unida, para tener posibilidades de triunfo.
“Quienes dirigimos el partido tenemos claro que en el 2018 la izquierda debe ir unida, debe unirse para ganar la presidencia de la República con Andrés Manuel López Obrador”, anotó el dirigente levantando una ovación entre la concurrencia.
Admitió que todavía se debe hacer mucho para lograr la unidad, con la certeza de que las diferencias partidistas no deben impedir el reconocimiento de que el dirigente que ha logrado unificar un gran frente social en el país es López Obrador.
El trago amargo de la tarde lo hizo pasar el dos veces candidato a la gubernatura y ex alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio cuando solicitó la palabra y dejó una pregunta en el aire: “¿Y quién le va ir a decir a López Obrador que sea nuestro candidato? Si el ni nos quiere”.
Entre otras cosas, recordó que el tabasqueño se alejó aún más del PRD cuando se firmó el Pacto por México, el cual reconoció: “Nunca debimos apoyar”.