Nadia Alvarado
Ciudad de México
4 de mayo de 2016
Aunque no existe actualmente un programa de apoyo a mujeres afromexicanas en posgrado, el de Fortalecimiento Académico a mujeres indígenas podría extenderse a este sector de la población, afirmó en entrevista para Diario Alternativo, María Dolores Sánchez Soler, directora adjunta de becas de posgrado del Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología (CONACYT).
En el marco de la Octava Cumbre de género Summit 2016, realizada en Ciudad de México el 28 y 29 de abril, que congregó a representantes de países de diferentes partes del mundo que realizan acciones para contribuir a la equidad de género, pues aseguran que es un requisito indispensable para lograr la democracia y un desarrollo en equilibrio con el medio ambiente que garantice la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes y futuras, Sánchez Soler explicó que el programa de apoyo a mujeres indígenas en posgrado tiene 4 años de haberse formado:
“El primer año estuvimos diseñando qué es lo que deberíamos hacer, cómo inventar una serie de actividades que permitieran que creciera el número de mujeres indígenas en los posgrados, revisamos mucha información estadística y resultados de investigaciones, y nos dimos cuenta que había de origen deficiencias en la formación, muchas de las mujeres indígenas habían cursado sus estudios básicos en una escuela unitaria, en una telesecundaria o tele bachillerato y que, entonces, había habilidades que requerían un mayor esfuerzo de parte de ellas. ¿Cuáles eran estas competencias que parecían que eran las que más se requerían para cursar exitosamente un posgrado? Por supuesto que teníamos mujeres indígenas ya como becarias de CONACYT en los posgrados, pero su proporción era baja en relación a la población que teníamos en el país”.
Por tanto, explica, detectaron dificultades como “el dominio de otra lengua, particularmente el inglés, y algunas habilidades para la investigación que tiene que ver con búsqueda de información, elaborar preguntas para luego ver cómo las respondemos, es decir, las bases del método científico, y diseñamos este programa de apoyo para la inserción al posgrado, que justamente busca subsanar estas debilidades pero, más que nada, poner el posgrado en los proyectos de futuro de estas jóvenes, para que lo pongan en su mira y quieran llegar a él, y eso es lo que hacemos con este programa de mujeres indígenas”.
Refirió también que este año el programa recibirá alrededor de 300 mujeres indígenas de todo el país.
Al cuestionarle si el CONACYT tiene programas similares para mujeres afromexicanas, aclaró: “Un programa para mujeres afromexicanas… no tenemos nada en particular, pero indiscutiblemente podrán entrar en el mismo programa de mujeres indígenas y que éste se abra a afromexicanas”.
Anunció que para este año el CONACYT, en dos semanas más, abrirá convocatoria para los organismos operadores del programa, que son universidades y consejos de organismos estatales de ciencia y tecnología: “Una vez que ellos tengan su proyecto, ellos abren la convocatoria. Estamos hablando de un mes y medio más para abrir las convocatorias a las mujeres indígenas”.
Sánchez Soler indicó que las mujeres estudiantes que aspiren a ser parte de este programa “pueden hacerlo a través del consejo estatal de ciencia y tecnología en los lugares donde residen y de algunas universidades, muy particularmente la Universidad Autónoma de Guerrero, que lleva a su vez un programa para la incorporación de mujeres indígenas”.
Un día antes a la realización de la Octava Cumbre de género Summit 2016, estudiantes de posgrado de la Universidad Autónoma de Guerrero, que en su mayoría son parte de este programa, recibieron un taller de Apoyo para el Desarrollo de Carrera Profesional, por iniciativa de Portia Ltd, Reino Unido, Fraunhofer Gesellschaft, Alemania y la Universidad de Tel Aviv, Israel, y financiado por la Fundación Elsevier, donde las estudiantes pudieron escuchar las experiencias de investigadoras nacionales e internacionales, conocer más opciones y ampliar su visión en el campo de la investigación científica.
Tanto en el taller como en la Octava Cumbre de Género se enfatizó que “la prohibición del acceso al saber ha sido la violencia de género más fuerte que las sociedades han hecho hasta nuestros días, así como en la importancia de que las mujeres se acerquen a la ciencia para que sean ellas quienes hagan propuestas, busquen alternativas para resolver los problemas de sus entornos, ya sean rurales o urbanos”.
Durante estos cuatro años que lleva el programa de apoyo a mujeres indígenas, según Sánchez Soler, no tiene información de que alguna mujer afromexicana se haya acercado a este programa para solicitar sus beneficios.
En estados como Guerrero y Oaxaca son cada vez más las asociaciones civiles que surgen para visibilizar la presencia de la también llamada ‘tercera raíz’, las constituciones de estas entidades les han reconocido como parte de su población étnica y plural; en Guerrero, por ejemplo, la Secretaría de Asuntos Indígenas ha agregado el término afromexicano para dirigir algunos programas de apoyo a este sector de la población, asegurando que el manejo de un lenguaje incluyente es indispensable, pues lo que no se nombra, no se mira, por tanto, no existe.

