jueves, 30 de junio de 2016

La nueva URECCH: Si no se organiza el campo, la gente nunca va a salir de la pobreza extrema

Entrevista con Efrén Balanzar

3 DE 3 PARTES



Eduardo Añorve
Ometepec, Gro.
30 de junio de 2016

En esta última parte de la entrevista con Efrén J. Balanzar Gazga, asesor de la Unión Regional de Ejidos y Comunidades de la Costa Chica (URECCH), él habla del proceso de reestructuración legal de la organización, que implicó realizar una veintena de asambleas en ejidos dispersos en esta región de la Costa Chica, además de otras acciones en su afán de que, de este modo, los campesinos organizados en ella puedan trabajar para salir de la pobreza extrema.

EBGG: Ahorita ya hicimos todo el proceso de reestructura, que nos ha costado un huevo y la mitad del otro y un ojo de la cara, por todas las broncas que significa la cuestión agraria. Tuvimos que hacer las 24 asambleas de los 24 núcleos, nombrar sus delegados, y ya hicimos la asamblea plenaria, y ya se nombró el consejo de administración, el nuevo. Todavía falta hacer todo el acto protocolario, que venga el notario y todo eso, falta de hacer, pero ya está el nuevo consejo de administración, ya tenemos cabeza, como quien dice, y ninguno de nosotros quedó allí. La presidenta es la compañera Guadalupe [Valentín Mariche], de Cerro del Indio, y la otra [Julia Hernández Marcial], que también es del Cerro del Indio, es su suplente. Se propuso, por parte de Adolfo, que se le diera oportunidad a las mujeres, ya que habían pasado varios consejos de administración y no había... casi no había delegadas mujeres, y ahora, aprovechando que había como siete compañeras... se pasaron al frente el día de la asamblea, y aquí la asamblea votó a quién querían como presidenta y salió electa la compañera, y su otra compañera salió para suplente. Y hay otra compañera como suplente del secretario
EA: ¿Qué ha sido lo más difícil en este proceso?
EBG: El problema es que no tenemos dinero, andamos sin dinero, y para ir, hay que gastar. Nos costó trabajo porque muchos compañeros ya no creían que la URECCH pudiera levantarse; y ya, empezamos a ir a las comunidades a explicar que sí se podía. Entonces, cada núcleo nos ocupó por lo menos cuatro, cinco veces, en algunos hasta seis, siete veces. Y hay lugares lejos y hay lugares cerca. Por ejemplo, Cerro Grande está aquí, a 3 kilómetros; Piedra Boluda, está aquí a 5 kilómetros; Cochoapa está cerca, Acatepec. Pero, por ejemplo, está El Capulín, que está en el culo del diablo, allá, rumbo a Chilistluhuaca, o Terrero Venado, que está allá, en casa de la chingada. Terrero Venado, San Pedro Cuitlapa, Huehuetónoc, Azoyú, Zoyatlán, que es municipio de Marquelia. Entonces, son lugares lejos, y yo siento que, en promedio, nos gastamos alrededor de unos 500 pesos por asamblea, porque luego vamos tres o cuatro compañeros, acompañándonos para ir allá, y luego hay que comer, y había que ponerle gasolina al carrito. Teníamos un carrito y con ése andábamos. Y, ¿de dónde sacamos esa lana? De la renta que nos pagó Omar Estrada. ¿Y cómo fue que apoyamos a Omar? En que él nos pidió que le rentáramos, primero, una parte de allá, que nos pagaba mil pesos; pero después quiso todo, y entonces ya le dijimos que por todo iban a ser 8 mil 500, y él dijo que era mucho dinero y no lo iba a poder pagar, que lo ayudáramos porque él iba a ser candidato, y si llegaba a ser presidente municipal él nos iba a apoyar. Entonces, pensando en esa ida y vuelta, le dijeron los compañeros que dijera él cuánto quería pagar. Y que dice: ‘¿Qué les parecen 3 mil 500?’. ‘Adelante’. Le recortamos 5 mil pesos, ¿sí?
EA: ¿En qué va el proceso legal?
EBG: La URECCH fundamenta su existencia, como figura jurídica, a partir de los artículos 100, 107, 108 y 109 de la Ley Agraria, la que es la reglamentaria del Artículo 27 constitucional. Entonces, todo lo que tiene que ver con la cuestión de tierras, sociales, privadas, comunales, está allí. La personalidad jurídica de la organización está inscrita en el Registro Agrario Nacional, tiene un folio y para reactivarla, de acuerdo con la Ley, dice que hay que hacer las asambleas en cada núcleo agrario, después de lanzar la primer convocatoria; si va el 50  por ciento más uno, se hace la asamblea, si no, se hace la segunda convocatoria, y ya en segunda, con los que vayan.
Como casi toda la gente estaba apagada, con esto de la URECCH, aunque todo mundo se acordaba de que fueron buenos tiempos, buenos momentos, nunca pudimos hacer una asamblea... salvo dos asambleas que pudimos hacer de primera convocatoria; todas las demás se hicieron de segunda convocatoria, y con una asistencia, en promedio, de un 10, 15 por ciento de los ejidatarios inscritos en el padrón. No te vamos a decir: ‘No, pues, fueron masivas’, porque ya estaban desfasadas, ¡nueve años!, que no hubo actividad aquí, en la organización. ‘No, pues ya se murió la URECCH’.
Vamos a los ejidos y la gente se interesaba, por lo menos esa pequeña parte del ejido se interesó y sacábamos las asambleas; sacamos las 24 asambleas... sacamos 21, porque hubo 3 que los comisariados se negaban a... en el caso de Tierra Blanca, que es de allí el último presidente de la URECCH, no quiso convocar la asamblea, a pesar de dentro de Tierra Blanca había personas que querían que se hiciera la asamblea, pero como él era el comisariado, él no convocó a la asamblea, entonces no se hizo. Nosotros se lo solicitamos por escrito, y tenemos el documento, donde le solicitamos por escrito que convocara a la asamblea. En el caso de Xochistlahuaca no hicimos oficio, pero fuimos allá, hablamos con el comisariado; al principio nos decía que sí, después, que no; después nos decía que sí se iba a convocar, pero resulta que no la convocaron, y cuando nosotros llegamos dijeron: ‘No, es que no hubo convocatoria porque nos fuimos de vacaciones’. Fue en diciembre, enero, por ahí. Y, después, se hizo la asamblea, la asamblea nombró sus delegados... a las asambleas les toca nombrar dos delgados, por parte de la asamblea, y al comisariado le toca nombrar a uno, por parte de la mesa del comisariado, y al consejo de vigilancia le toca nombrar a otro, por parte de la mesa; entonces, son cuatro delegados. Y pueden ser los titulares o los suplentes, allí la Ley no dice... como te digo, hay muchas lagunas en la Ley.
Y se integraron 21 ejidos, lo cual nos da una cantidad de 84 delegados, de un total de 96, pero no están los 96 porque solamente están 21 ejidos, no los 24. El día de la asamblea, la plenaria de delegados, que hicimos el 5 de junio, se nombró el consejo de administración con la presencia de 60, sesenta y tantos delegados. De hecho, el estatuto  de la Unión dice que las asambleas generales extraordinarias son válidas con el 50 por ciento más uno, en primer convocatoria. Entonces, fue más del 50 por ciento.
EA: ¿Cuánto tiempo duraron en este proceso?
EBG: Prácticamente un año, porque comenzamos en julio del año pasado y lo terminamos el 5 de junio, o sea, un mes antes. La verdad, íbamos lento porque el único que tenía experiencia era yo, de los tres compañeros en nos abocamos a esto; los demás compañeros, hasta después agarraron vuelo y se iban solos y hacían las asambleas.
EA: ¿Quiénes son los demás compañeros?
EFG: Adolfo Bautista y Pedro Martínez Flores, de Piedra Boluda, y él es el presidente del comisariado ejidal y él quedó como delegado, por parte de la mesa ejidal. Y actualmente es el secretario del consejo de administración.
EA: Y tú, ¿en qué calidad estás?
EBG: Yo estoy dentro del equipo de asesores.
EA: ¿Por qué hacerlo?
EBG: ¿Por qué hacer qué?
EA: ¿Por qué reactivar la URECCH?
EBG: Una, porque, digamos que nosotros, los tres que te acabo de mencionar, tenemos muy claro que si no se organiza el campo, la gente nunca se va... para acabar con la pobreza extrema del campo, hay que organizarnos y luchar para transformar las condiciones de vida de la gente. Entonces, lo estamos haciendo, no por una visión economista sino por una visión política y una visión social, y para hacer esa transformación tiene que haber cierto método, ciertas formas, ciertas condiciones, cierta formación de la gente, y no dejarse llevar solamente por el recurso que oferta el gobierno, para los famosos proyectos, que todo mundo lo ha agarrado de puerquito, al gobierno, y los proyectos... se están bajando un chingo de recursos, un chingo de proyectos y ningún proyecto ha sido detonante como las acciones que ha realizado la URECCH.
Por ejemplo, la URECCH... lo primero que hicimos fue... la gente andaba que se la llevaba la chingada, en aquellos tiempos, cuando se integró la URECCH, en el 84, 85, porque no había fertilizante, los únicos que tenían fertilizante era tal vez un 10, un 20 por ciento cuando mucho, de campesinos que recibían créditos de Banrural.... porque era Banrural el que traía el fertilizante y se los daba a crédito... los demás no tenían fertilizante. Si querían fertilizante lo tenían que comprar a precio muy caro; entonces preferían no comprar y sembrar nada más así. Pero existía la necesidad del fertilizante. Entonces, lo primero que hicimos fue traer ese fertilizante a un precio menor, organizando a la gente, organizando las compras comunes, compras colectivas, y en lugar de ir por un bulto, íbamos por un trailer hasta Iguala. Llegábamos, lo repartíamos, se juntaba más lana e íbamos por otro trailer, y así estuvimos varios años, mientras el gobierno no dio. Cuando el gobierno ya empezó a regalar fertilizante... porque era un clamor de la gente, que hasta la fecha lo siguen haciendo, y ya lo hacen más que por cuestiones técnicas y por apoyar a la gente, por el uso electoral, ¿sí? Y, lo peor de todo, es que este fertilizante que se está dando ya no sirve, ya la tierra, ya, ese fertilizante ya no lo quiere, ya quiere otro tipo de fertilizante, y que si no se usan racionalmente, esos fertilizantes, poco a poco se va a ir deteriorando la tierra.