jueves, 9 de febrero de 2017

LA ESQUINA DE XIPE

LA ESQUINA DE XIPE
Del dispendio en Cuajinicuilapa y otras mierdas por Eduardo Añorve [9 de febrero de 2017]
Desde el inicio de su administración, el astuto presidente y maestro en ciencias ocultas Contantino García Cisneros [de mal nombre El-Vampirito-Prieto o Primer-Presidente-Negro-De-Cuajinicuilapa… no resisto la tentación, lector tentado, y lanzo el primer dardo cuestionante: Si éste es el primer presidente negro de este municipio que es una perla negra, como dicen los fresas, Elpidio Dina, Erasmo Peñaloza, Beto García, Miguel Cruz, ¿qué lugar les toca?, ¿o ellos no eran negros?, ¿o ellos no fueron presidentes? Bueno, tal vez ellos no se sentían el culo del mundo… o no importaba, se era y ya, no estaba de moda andar presumiendo de negro, pues. En fin.]. Decía que desde que comenzó con su segundo periodo –y no de sangrado, aunque éste sí sangriento… habría que hacer la sumatoria– el amigo Tino-Pelota, comenzó a hablar de que éste, el de Cuaji, era un ayuntamiento pobre, sin recursos, ya sea porque Loya le dejó deudas, ya sea porque hay que pagar laudos laborales –que incluye a gente de su círculo cercano, en puestos de élite y con salarios de privilegio en estas tierras–, ya sea porque el gobierno del estado lo limita –y eso que Héctor Astudillo es su gran amigo, como le gusta presumir–, etc. El caso es que el presidente de Cuajinicuilapa comenzó astutamente a vender la idea de que no hay recursos en el Ayuntamiento, y ahí están los tantos boletines y entrevistas pagadas en el chayoteros Faro de la Costa Chica donde él insiste en tamaña pobreza. No hay dinero, ni me pidan –excepto que sean chamacas de 18 y alrededores, dicen los maledicentes. Pero cae más pronto un hablador que un cojo, según dicen quienes lo dicen, y según se sabe popularmente con mucha o con poca sabiduría. Su primer día de gobierno comenzó a encargar –por interpósita persona– unas cuatro camionetas de lujo para gente de su equipo, como se publicó en su momento. A cargo de las finanzas del municipio, pues, no de la bolsa del licenciado Elías o del licenciado Churro o del MVZ alias El-Burrito-Prieto Cruz Jiménez o del junior Luis Lorenzo. Camionetas que rondan el medio millón de pesos cada una. Y la compra de terrenos, y la compra de ganado de a 40 mil pesos la cabeza, y la construcción de casas propias y para sus quereres, y… la buena vida, pues. Paralelamente, como estrategia política, comenzó a organizar fiestas y fiestas para la gente con cualquier motivo: que si el Santiago –donde hasta sobró cerveza y comida–, que si el festival X, que si el concurso Y, que si el desfile Z, que si parió la cucha, que si torció la puerca el rabo, que si se metió el cuche al lodo, que si el homenaje a cualquier pendejo… todo, todo, todo, motivo de fiesta y desmadre y celebración. Hasta dicen unos: ‘este amigo sí sabe para que son los centavos del pueblo, como las cervezas regaladas, las que son más sabrosas que las que paga uno’. Bueno, mucha gente comenzó a calificar a esta administración como el reino de Sodoma y Gomorra, por la cogedera en que se enrolaron la gente de Tino-El-Vampirito-Prieto y personal al servicio del Ayuntamiento. Los préstamos… En fin. Inmundicia moral. Y no es que uno se espante, pero esta administración se ha lucido: no sólo se chingan entre ellos, también chingan a sus mujeres y a sus quereres; si eso fuera privado, o sea, a escondidas, donde nadie lo ve, ¿a quién le importa? Pero lo hacen en público, enfrente de los demás, en medio de la gente; no se contienen, no se detienen, no tienen rienda, ni quien se las ponga, porque el presidente no para esas broncas… imagino que en su interior se ha de reír de tanto pendejo que lo acompaña. Porque así los trata, como pendejos. ¿Cómo va a respetar la gente a Jesús Omar Sánchez Medina como secretario del Ayuntamiento si poca gente o casi nadie lo conoce con su nombre verdadero, sino como ‘el licenciado Churro’? Y no le hace un buen favor el presidente llamándolo ‘Churro’ en público… A-güevo, a-güevo, como dice el mentao ‘Churro’. O Elías ‘Calilla’. Si el primero que los pendejea es el amigo Tino. Y su inmoralidad es tal que no les basta con cometer sus tropelías y chanderas –si hasta ellos y ellas mismas platican cómo hacen choco cuando salen a ‘amenizar’ alguna fiesta a otro municipio; si la mera señora carga las chelas en la bolsa–, también es necesario que se sepa, pues. Precisamente apenas mandó a publicar el Ayuntamiento –entidad que nos representa y que administra los dineros del municipio– una ‘nota amable’ en la sección ‘Vida&Sociedad’ del chayotero Faro de la Costa Chica: “Lorena Quiterio de García festejó su cumpleaños”. En ella se dice: “La señora Lorena Quiterio de García, presidenta del DIF Cuajinicuilapa y esposa del alcalde Constantino García Cisneros, festejó este fin de semana un año más de vida, al lado de sus homólogas de los municipios de Tlacoachistlahuaca, Igualapa, Ometepec y Juchitán. Además, su esposo, le organizó una amena tardeada en las playas de Punta Maldonado, donde compartió el pan y la sal con amigos, familiares y su equipo de trabajo, de quienes recibió regalos y felicitaciones”. Y ahora no sólo resulta que con nuestros dineros se pagan esos banquetes, esas comilonas, esas pedas, ellos y sus invitados y –lo escriben sin pudor– su equipo de trabajo, familiares y amigos. Gorrones, pues. Y no sólo de este municipio sino de otros. Eso es lo que se estila: que además nos restrieguen su modo de vida, su manera de vividores, de abusivos, lo cual resulta cruel para un municipio que carece de agua potable, de servicio de recolección de basura, de drenaje, de electrificación y alumbrado público, de seguridad pública. Claro, él ha de seguir llorando con la cantaleta de que no hay dinero, de que están aplicando medidas de austeridad, que… en fin, una retahíla de justificaciones para esconder que no está gobernando, que sus promesas y sus palabras presuntamente en pro de sus gobernados siguen siendo gases de boca, lodo biológico que se desparrama por su boca cada vez que la abre y habla. Y le va a echar la culpa al alza de la gasolina, al recorte presupuestal, a los laudos que tiene y no quiere pagar. No es un ente ético –ni ha de saber el muy maestro con qué se come–, y él y su camarilla repugnante van a seguir, bebe que te bebe, come que te come, trague que te trague, pero no se han de escapar de su destino: todo ello se les convertirá en mierda finalmente. ¡Felices fiestas, señor presidente!